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Hola amigos:

Tengo un montón de aficiones que me gustaría compartir con todos los los que queráis entrar en mi blog. Una de ellas es la pintura. Pertenezco a la agrupación de Acuarelistas de Andalucía, vocalía de Málaga y también soy socia de la Asociación de Artistas Plásticos de Málaga (APLAMA). Algunos de mis cuadros iré colocando poco a poco en el blog.

Otra de mis aficiones es viajar y me gusta escribir sobre mis viajes. Fragmentos de algunos de ellos colocaré también en el blog, así como fotografías de los diferentes lugares que he visitado.

También me gusta la cocina y pondré recetas de platos que me han facilitado amigas, otras que he copiado de internet o de distintos libros de cocina, la mayoría de ellas con un toque personal mio. Platos que yo he cocinado y que puedo afirmar que están exquisitos, aunque luego está ya el gusto de cada uno.

En fin que iré colocando en el blog todo lo que se me ocurra que pueda ser interesante o entretenido y a vosotros os agradeceré me aporteis ideas y me hagais los comentarios que considereis oportunos.


sábado, 27 de julio de 2013

(Austria)


El día amaneció completamente despejado y el sol, aunque ténuemente, ya había hecho su aparición.

      Una ligera  neblina se posaba dulcemente sobre la superficie del lago,  cubriendo con un fino velo las laderas de las montañas que a lo lejos se divisaban.

      En primer término y de tramo en tramo, veleros solitarios con su silueta nítidamente reflejada en las tranquilas aguas y sumidos en el letargo de las primeras horas de la mañana.

       Todo este ambiente fundía a la escena en un halo de misterio, sosiego y silencio, solo roto este último por el melodioso canto de los pájaros.

       Un bellísimo y bucólico paisaje para disfrutarlo con tranquilidad y poder recrearte en su  contemplación.


             © Aurora Tamayo

lunes, 22 de julio de 2013

Placidez


Me siento bajo un árbol con un libro en las manos
A medida que paso páginas
me voy sumergiendo en un duermevela
en donde la realidad se mezcla con la fantasía.

Tan pronto veo un campesino asomándose entre los árboles
como el rostro de un hada de mis cuentos infantiles
emergiendo entre el follaje.
Sólidas casas de piedra bajo robustos árboles.
Y allá a lo lejos,  a la sombra de unas palmeras, 
 un frágil  bohío de allende los mares

Siento mi cuerpo  liviano
como una pluma flotando en el aire
y mi espíritu henchido de una inmensa paz.

Continúo en este estado de semiinconsciencia
del que no quiero despertar,
hechizada por los aromas del campo
y arrullada por el murmullo del agua
 al deslizarse entre las piedras del rio.
                                                                                                          
                                                                                                
                                               © Mª Aurora Tamayo


martes, 16 de julio de 2013

Añoranza


Señorita de ciudad y de buena posición social
 se sumerge en el pasado
y recuerda con nostalgia su niñez

Cierra los ojos y aún puede revivir
 el dulce canto de los pájaros,
el sutil aleteo de las mariposas
revoloteando alrededor de su cuerpo.

Aún puede sentir la suave brisa
 que acariciaba su rostro
mientras danzaba descalza
entre bohíos y palmeras.

Una lágrima asoma tímidamente
 entre sus párpados cerrados.
No es  tristeza es simplemente  añoranza.
                                                                                   
© Mª Aurora Tamayo

Llegando al pueblo

Dime niña, ¿Dónde tan deprisa vas?
¿Quizá a refugiarte en los brazos
 de algún amigo especial?
O ¿tal vez estés huyendo de alguien
en quien te perturba pensar?

Guarda tu secreto niña,
es mejor  imaginar
              
                                                                                         © Mª Aurora Tamayo

Descubriendo la naturaleza

Confesiones consigo misma

La niña tiene un problema
y no sabe a quién acudir.
No es un asunto serio
es más bien baladí.
Sin embargo a ella le atormenta
Y la tiene en un sinvivir

Pero ¿en quién mejor que en su otro yo
 puede confiar?
Pero ¿quién mejor que su otro yo
le puede aconsejar?

La niña ya más calmada
Y dispuesta a reflexionar
decide no demorarlo más
y consigo misma hablar.


                                                                          © Mª Aurora Tamayo